06 enero 2008

No te conozco. No eres más que sombra, mentira y calumnia. Ni tan siquiera tú te conoces. No he visto jamás algo más triste que alguien que tiene que superar sus horizontes para conocerse a sí mismo. "El hombre que no tiene raíces no puede crecer". Y tú las has cortado todas, las has secado todas, las has abandonado como si de baratijas corrosionadas se tratara. Pero lo cierto es que eres la única corrosión en medio de todo esto.
No me mereces ningún respeto. He visto esto demasiadas veces. Lo difícil es justo lo contrario.
Lo valiente, lo honrado, lo verdadero, lo honorable y lo bello. Todo se te escapa de las manos.
Son cosas tan grandes que están reservadas a unos pocos, y tú no estas entre ellos. Quizá en tus sueños.

Ahora comprendo tu triste forma de soñar todo el día. Es la única forma que tienes de no aceptar lo que eres.